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La huelga general del 14N, la tercera que convocan los sindicatos desde que comenzó la crisis y la segunda en lo que llevamos de año, coincide con una jornada de manifestaciones y paros parciales en otros 23 países europeos en contra de las políticas de recorte impuestas por la Unión Europea. Analizamos la repercusión de la huelga general en nuestro país y alcance europeo de las protestas:

-Han disminuido nuestros salarios y congelado las pensiones, han aumentado nuestra jornada laboral, abaratado el despido y disminuido las prestaciones al desempleo, han alargado la edad de jubilación, han eliminado las becas y han aumentado los impuestos gravando más a la clase trabajadora. Han vendido los servicios públicos, la sanidad, la educación, los servicios sociales, la cultura, el transporte, las comunicaciones, la energía, el agua…, desviando los recursos públicos, a los bolsillos de unas pocas empresas.

-Nos están robando miles de millones de euros, que salen de las arcas públicas para pagar una deuda ilegítima y sus intereses, para rescatar a la banca y las grandes empresas.

-Todas estas contrarreformas en la leyes y recortes en los presupuestos nos están llevando a una auténtica emergencia social, ni en nuestras peores pesadillas hubiéramos sido capaces de imaginar este salto atrás en derechos fundamentales, derecho de reunión, de manifestación, de expresión, el derecho a la salud, a la cultura, a una vivienda digna, a la protección social en caso de enfermedad, paro o invalidez.

-Hay que repartir el trabajo y la riqueza, hay que parar la sangría de los desahucios, emplear el dinero público en las necesidades de las personas y no en el rescate de bancos.

-No hay ni un solo aspecto relacionado con la clase trabajadora, que no haya sido tocado por parte del gobierno para empeorar nuestra situación. Desde las contrarreformas laborales, los Decretos, los cambios en la legislación, incluida la constitución, todo ello ha sido dirigido a recortar nuestros derechos, los laborales y los sociales.